Día 1: llegada a Zaragoza

¡Ya he vuelto! De vuelta de otra parte del own-tour, que empezó en enero en Manchester, Málaga y Barcelona en julio, y ahora Zaragoza en agosto, con intermitentes visitas desde finales de abril a Madrid. Y en diciembre, a London capitol city, qué ganas de que llegue el día…



Pero de momento, iré escribiendo qué tal me fue por Zaragoza...




DÍA 1



Aeropuerto



Zaragoza. Qué bonita. Desde el primer momento que llegué allí la gente era de lo más simpático que he visto de todos los viajes. Llegué al aeropuerto con la hora clavada, oí a un hombre comentar que Ryanair siempre era de lo más puntual, en ese caso, así había sido. Pero, oh, sorpresa, mientras estoy hablando con mi padre vía móvil descubro que mi maleta no tiene el candado. Chan, chan, chán!!! Mi padre que se pone más nervioso que yo, y mientras pensando que lo que tenía más valor eran los cómics de Death Note. Por suerte, ahí estaban. No se habían llevado nada.




El aeropuerto en sí era… Luminoso… Espacioso pero pequeño… Silencioso… Daba miedo cuando me di la vuelta y estaba sola revisando el equipaje. Y cuando voy a salir, ¿dónde estaba la puerta? Me sentí como una auténtica idiota cuando veo que el panel ese amarillo del fondo tenía pinta de ser una puerta corrediza…




En fin… Así que salgo (ni un alma, ¿dónde se había metido todo el mundo? ¿Acaso había llegado al aeropuerto fantasma?) y a buscar la parada del bus. Sólo una parada en toda la acera y no tenía la línea que estaba buscando. Estaba demasiado ansiosa por salir de aquel sitio así que cogí el primer taxi que vi. Menos de 20€ si mi memoria no me falla, incluyendo comentarios del taxista que ya de paso me iba enseñando la Alfajería (que no alfarería como yo decía antes xD Aún sigo dudando al escribirlo), la estación de Delicias (¡qué pasada de estación de trenes!!!), y la antigua muralla de la ciudad.




El taxi cogió una pequeña calle estrecha llena de edificios de no más de 4 o 5 alturas, todos muy bien cuidados, pero antiguos, incluso había una confitería como antaño, con los botes de caramelos, y la panadería al estilo tradicional también. Era como haber retrocedido a los años 80 en cuestión de segundos.






Albergue






La llegada al albergue fue algo accidental porque se me enganchó la rueda de la maleta en la alcantarilla y luego no podía abrir la puerta (¿qué me pasa con las puertas últimamente???). Pero al entrar, asombroso. Una recepción en plan rústico pero todo en amarillo con sofás negro y cojines rojos, lo cual le quitaba el aspecto de gruta que debía tener antes de la remodelación. Según la web, no hace mucho que la hicieron.




En la recepción me dieron la llave magnética (ooohh qué recuerdos del albergue de Barcelona) y la chica casi se queda sin aire al decirme toda la información posible acerca del albergue: desayuno de 8 a 10 menos cuarto, de 11 de la mañana a 11 de la noche libre uso de la cocina, el check out era a las 11, la recepción estaba abierta 24h., había internet gratuito e información turística en los estantes del hall, y otras cosas que no recuerdo. Desayuno a las 8AM era todo lo que yo necesitaba saber. No quería quedarme sin desayunar por dormir más y pagarlo encima.




Mi habitación estaba en el tercer piso, justo enfrente de los aseos femeninos, perfecto. Las literas no eran nada del otro mundo y los colchones de gomaespuma, pero por 35€/noche no esperaba más. Al menos cada una de las 10 camas tenían colchas y amplio espacio entre unas y otras literas, además en el armario me habían dejado sábanas, de esa tela que viene perfecta para el verano. Eran las cinco de la tarde cuando llamé a mi amiga Bel para que me dijera cómo llegar a su casa. Je-je-je… Como si me hubiera dado tiempo a apuntarme todas las direcciones que me dijeron ella y su madre xD Así que viendo el percal, bajé al hall, y a Google Maps de cabeza con mi plano de Zaragoza al lado. Y cuando ya tenía hasta la línea del autobús, resulta que vienen a recogerme '¬¬




La verdad es que Zaragoza al principio me pareció una ciudad muy oscura, la entrada a la ciudad desde el aeropuerto estaba poblada de edificios grises y marrones oscuros. Pero con el coche de camino a casa de Bel, me enseñaron el centro, con amplias avenidas y parques verdes. Eso sí me gustaba.







El próximo día, sigo contando, por hoy es más que suficiente, no es plan de atosigar y escribir aquí uno de mis testamentos xD

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