Parte XI

Ho hay tiempo para mucho más, pero habrá nueva entrada al mediodía ;)


Y así lo hizo. Apenas me dejaba sola un instante, si no venía él por casa, me llamaba para que fuera a la suya, aunque esa idea no me agradaba demasiado pues tras la tercera visita notaba las furtivas miradas de Monique. Y con Chris no valían excusas, así que la mayoría de veces era él quien venía. A veces salíamos a pasear, otras veces nos quedábamos en casa, otras nos íbamos al cine con el resto. Y cada mañana me acompañaba de casa al instituto para asegurarse que asistía a clase, mientras que por el camino hablábamos de mil cosas. Me encantaban aquellos paseos tan temprano. La verdad es que si no hubiera sido por él, no sé qué hubiera pasado. No todo fue fácil pero él siempre estuvo ahí, y gracias a ello y al paso del tiempo, poco a poco fui aceptando la muerte de Sheryl.

Así que en el supuesto que Bree me planteaba, estaba claro que a Chris no le haría ni pizca de gracia. Y me sentí culpable por ello. Pero esto era tan diferente a la pérdida de Sheryl. Los dos eran personas muy importantes en mi vida pero lo sentía de manera distinta, tal y como le expliqué a Bree ese mismo día en el hospital. Ella, en tono comprensivo, me dijo que era común puesto que, a pesar de haber compartido toda la infancia junto a Sheryl, con Chris había crecido y había madurado, y había vivido infinidad de cosas que sólo se viven una vez en la vida, y por eso lo sentía más profundamente.

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