Tedioso ente vacío

Estrella se levantó aquel día, sin ganas de nada. Como el resto de la semana, del mes y casi del año. Su trabajo ya no llenaba tanto como antes. Su gato, único compañero de piso, pasaba más horas fuera que junto a ella, y no le importaba. Relacionarse con otras personas nunca había sido su punto fuerte, pero ya le daba igual, se encogía de hombros cuando la llamaban antisocial. Quizás era eso, quizás estaba en un punto en que ya todo le daba lo mismo. No sentía, no padecía, no sufría. No necesitaba la compañía de nadie, ni de amante ni de pareja ni mucho menos marido con hijos, idea que le hacía vomitar. Estar vacía le hacía sentirse bien. Disfrutaba de la luz del sol en el parque, de un paseo bajo una inesperada lluvia... Su familia la incitaba a salir, a relacionarse, pero "no tenía ganas". La motivaban para salir, para viajar, conocer otros lugares, otras culturas, pero todos los viajes que siempre había soñado ya los había realizado, y no una ni dos veces, sino tres o cuatro. Le enseñaban cosas para hacer, cursos que estudiar, talleres donde aprender, nuevos trabajos para explorar. Pero su trabajo era lo que siempre había querido. Había estudiado todo lo que le había interesado. Tenía la mascota que siempre había deseado. Vivía en el piso ideal según ella.

Quizás ahí radicaba el problema. ¿Por qué estaba vacía? Porque no le quedaban metas que alcanzar ni sueños que cumplir.

Comentarios

Erynus D'Alecto Graeme ha dicho que…
Buena ambientacion, solo falta el relato, que pase algo. has establecido el punto de partida para la historia, pero no puedes dejarla ahi. Y por el amor de Dos, ahi RADICA el problema, de raiz, no erradicar de eliminar.
Como quisquillosidad pondria "estaba en un punto" y no "en el punto".

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