She had a hard time with love,
but love chose the right time for her,
and now she holds time in her own mind…


Una niña atrapada entre el pasado y el futuro, un pasado hermoso, un futuro que la llevaría lejos de donde se encontraba. Soñaba con ver mundo, viajar, irse lejos, muy lejos, y enamorarse de un príncipe que la ayudara a ser feliz. Alguien que le recordara cómo reír, con quien no tener que esconder lo que oculta, no más secretos, no más mentiras, no más máscaras para agradar. Alguien que la quisiera por ser como era, no por quién fingía ser. Alguien que la comprendiera, si alguien podía, ni siquiera ella lo sabía. Alguien que le acunara como antaño, con una canción para el sueño que el destino le arrebató. Un príncipe que le devolviera la ilusión, la esperanza, la alegría, que le curara las cicatrices de su corazón.

Años pasaron, y el príncipe no apareció. Lo buscó una y otra vez, de un lado a otro. Los días pasaban veloces, ojos vigilantes en ciudades extrañas. Pero no estaba en ninguna de ellas. El tiempo hizo su tarea y congeló el pequeño corazón. Dio por finalizada la búsqueda, y por imposible la ilusión. Abandonando toda esperanza de cumplir ese sueño, tomó un desvío, encauzó su vida, lejos de lo que el resto de personas dirían, tan sólo le interesaba su felicidad en dosis, pequeños trazos del sentimiento que duraban un rato, olvidando lo que de niña quería, olvidando a su príncipe que la rescataría.

Su felicidad presente comenzaba a agotarse, no sabía si soportaría su final, no le quedaría nada a lo que agarrarse. Notaba el suelo temblar a sus pies, imaginaba la caída entre los pedruscos de lo que había sido su felicidad, no sabía qué había al final del acantilado, echó la vista atrás y se sintió vacía. Preguntas perennes en la humanidad, aún sin respuesta, brotaban de su mente.

Quien no busca, encuentra lo que necesita. El príncipe llegó, en chaqueta de cuero y paraguas negro, con palabras elegantes. El corazón dio un vuelco, goteando el deshielo que produjo la calidez de su voz. Los más dulces ojos tras unas lentes ocultos, mirada triste que había vivido cosas que no tenían por qué ser así. No se conocían, pero compartían similares experiencias. La niñez perdida entre el dolor causado no era tan atípica como parecía. Se comprendían, y se sentía libre al fin de poder mostrar cómo era, sin más disfraces que ella misma.

Comentarios

UKmonkey ha dicho que…
mmmm... Me suena de algo? xD
Logabe ha dicho que…
¿Qué te suena? ¿El encabezamiento, o el relato? ¡Jaja!
UKmonkey ha dicho que…
mmmm... La historia en sí??? :P

Entradas populares de este blog

Quédate

Persona(je)s

¿Qué es para ti?