OK

"A mí no me muerdas que yo no te he hecho nada". Lo escribió deprisa, como reacción imparable a la respuesta airada de su mejor amiga, por la que estaba preocupada. Estaba enfadada, y ahora se lo había contagiado. En su empeño de averiguar qué había pasado o si podía hacer algo, recibió esa respuesta que tan mal le sentó. Mientras que cuando se cambiaban las tornas, su amiga insistía sin piedad hasta sacarle una sonrisa involuntaria. Era la tonta que siempre acababa cediendo. Borró el mensaje y respiró hondo. No perdería la paciencia porque sabía que no lo decía con esa intención.

"Me limitaré a ignorarte la próxima vez que te cabrees", tal cual lo escribió, lo leyó y le dio a suprimir. Demasiado radical. Y falso. No importaba qué pasara, ella seguiría ahí para ayudarla cuando lo necesitara, aunque sabía que nunca la necesitaría. Escribía el enfado, la impotencia, la rabia clavando cada tecla para aliviar en vano su inutilidad. Su amiga estaba enfadada, la pagaba con ella, no era la primera vez, ni sería la última. ¿Y qué? ¿Acaso ella no había hecho lo mismo en alguna ocasión, con otras compañeras? Se apaciguó contando hasta veinte esta vez.

Lo mejor era dejarlo, dejarla en paz que es realmente lo que su amiga quería, tragarse su molestia sin masticarla, esconderla dentro de su cuerpo en algún rincón olvidado, allí donde almacenaba las cosas que no tienen solución, a las que no se permitía el acceso nunca. El polvorín de su amiga, el que temía que explotara algún día. Por eso se preocupaba.

Le dieron ganas de escribirle un reproche, un "pues la próxima no esperes que yo te cuente nada", pero no era más que otra mentira, otra frase sin pensar, porque sabía que no sucedería, que acabaría cediendo como débil que es.

Así que optó por escribir algo escueto, un "ok" sencillo, algo que no dejara traspasar su malestar, algo que no siguiera alargando esa conversación inútil. Apagó para que no volviera. Esperó al amanecer, confiando en que quizá, algún día, aquella amistad se equilibrara de alguna forma.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Quédate

Persona(je)s

¿Qué es para ti?