Quizás si...
Estaba recolectando su ropa desperdigada por la moqueta cuando él murmuró algo de entre las sábanas. Se quedó inmóvil. Él se desperezó y abrió los ojos de golpe al verla recoger sus cosas, y con voz ronca de recién despertado le preguntó a dónde iba. Ella balbuceó lo que intentaba ser alguna falsa excusa, que él interrumpió con una medio sonrisa, apartando las sábanas y haciéndole un hueco en el colchón para que volviera con él. Ella dudó un momento, sonrió también, soltó las prendas y se tumbó a su costado. Meneó la cabeza. Qué más quisiera que pasara eso. Pero no, él murmuró algo, giró sobre sí mismo y siguió roncando. Ella siguió recogiendo sus cosas y salió de la habitación sin hacer el más mínimo ruido. Quizás hubiera funcionado de haberse quedado, podrían haber sido felices. O quizás no. Quizás él le hubiera lanzado esa mirada de "¿qué haces aquí aún?" y ella no habría sabido por dónde tirar. Como siempre prefería imaginarse que hubieran vivido felices para siempre