El paquete

La lluvia descendía a plomo cuando salió del trabajo. De los árboles caían las últimas hojas del otoño, anunciando la llegada del invierno. Se subió el cuello de la gabardina y se encasquetó su gorro de lana. La cafetería se encontraba junto al río y el frío que le helaba los huesos era el de todos los días. Turistas equipados con impermeables de colores horribles llamaban la atención en aquel día grisáceo. Hacían fotos a diestro y siniestro y decían algo que él no entendía. Era su clientela habitual, hacerse entender con ellos a veces era una aventura.

Sin embargo,mientras caminaba hacia el puente,distinguió una figura femenina sentada en un banco. Permanecía muy quieta, mirando fijamente el río. Apenas llevaba un abrigo y el agua resbalaba por sus cabellos. Debía de estar pasando mucho frío a saber por el temblor de su barbilla. Sujetaba algo en las manos, un objeto cuadrado sobre el que pasaba su mano de vez en cuando, como si no se diera cuenta.

Él siguió caminando hacia ella y entonces la vio, estaba llorando. Ella no parecía percatarse de su observador hasta que él se acercó y le preguntó si necesitaba ayuda. Ella salió de su obnubilación y le dirigió una fiera mirada acusadora. Él retrocedió unos pasos cuando la mujer se alzó y se acercó a la valla que rodeaba el río. Se le heló la sangre al verla trepar y fue tras ella. Pero en realidad tan sólo estaba subiendo para poder lanzar el paquete al río. El muchacho vigiló que ningún bobby anduviera por la zona, o se les caería el pelo, pero ella ni se inmutó. Bajó de la valla y vio alejarse el bulto con la corriente.


Tras unos minutos se apartó, introdujo sus manos en los bolsillos y se disponía a andar cuando se giró y se encontró cara a cara con el chico, quien la miraba con reproche.
- Es de mala educación no responder a quien ofrece ayuda.
- Es de mala educación espiar a desconocidos.


Y prosiguió su camino como si nada. El chico decidió no darle más vueltas y también se puso en marcha. Quién le iba a decir que al día siguiente volvería a verla, pero esta vez en la columna de sucesos. Se la buscaba por haber robado objetos valiosos de la Torre de Londres.


Comentarios

Erynus D'Alecto Graeme ha dicho que…
Crítica va!!
La idea es buena, pero mas que un final soso, parece apresurado. No sabemos por que llora ni por que tira el paquete al rio. Se agradecerían más respuestas y que el final no fuera tan precipitado.
Por otro lado hay unas cuantas expresiones que no me terminan de encajar.
"A saber" quedaria mejor con "a juzgar", "obnubilacion" por "ensimismamiento" y, para ser pejiguero, "fiera mirada acusadora" suena demasiado serio para la situación, con fiera mirada o mirada acusadora se entiende que le molesta.
Queremos mas!!
Logabe ha dicho que…
¡¡¡Jajajaja!!! Final soso me refería a que no tenía tanta vidilla como se me había ocurrido en el principio del relato, le falta... Algo. ¿Precipitado? Puede ser, he explicado todo muy deprisa sin entrar en demasiados detalles, ¿no?
Y lo de las expresiones, bueeeno, alguna corrección sí es cierto que quedaría mejor con la que tú dices, alguna! ;P

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