El sueño

Otra vez tú, vuelves a entrometerte en mis sueños, reptas en silencio colándote en las rendijas de mi subconsciente, transgiversando el relato onírico representado, haciéndome recordar fantasías antiguas, agridulce nocturno con toque final de ácido rencor por la espera infructuosa. Conozco esa sonrisa. Pero la costra que dejaste ahora es potente coraza. No me controlarás más, los papeles han cambiado. Con mis deseos recupero el control de esta ilusión. El tiempo pasa, y un día conseguiré que desaparezcas.




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