Anestesia
Observaba el espejo empañado. El agua corría por el desagüe. Se deshizo de las toallas y abrió el armario. Sacó todos sus vestidos y los examinó sobre la cama. - Tengo que vestir más alegre. – Dijo en voz alta como si hablara con alguien. Uno a uno se los fue probando. Escogió el que le cubría hasta las rodillas. Bajó a la cocina. Las baldosas estaban menos cálidas que la tarima. Llenó la tetera de agua. Se quedó mirando su reflejo en la campana extractora. - Debería ponerme algo de antiojeras. Se quitó una pelusa de la manga oscura. La tetera se puso a borbotar. Unos platos se amontonaban en el fregadero. El grifo goteaba. Cogió un bote de pastillas del cajón de la encimera. Tragó sin pestañear. Risas lejanas de niños jugaban cerca. Fijó su vista más allá de la ventana. En alguna parte un perro aulló. El reloj marcaba las 2. El pitido indicó que el té ya estaba. - ¿Lloverá? Se sentó a la mesa con la taza y casi