Logabe's Blog

No eres capaz de imaginar el daño que me has hecho. ¿Has pensado alguna vez en lo que has hecho? ¿Ha pasado por tu cabeza algún atisbo de cargo de conciencia? Creo que no, que has optado por el camino fácil. Romper mi mundo, destrozarme la vida, y culparme de ello. Tú tenías las llaves para solucionar esto. Tú viste un problema que yo no podía alcanzar a vislumbrar por estar ocupada cuidando de tus hijos. Tú podías haberme hablado, pero te callaste. Te rendiste antes de luchar. Tú decidiste y me dejaste destrozada. Yo que hubiera dado la vida por ti. Yo que te quería tanto que jamás te vi capaz de hacerme tantísimo daño. Yo que hubiera sido capaz de todo por ti. Te he dado un hogar, te he dado ahorros para pagarte los vicios, te ha dado dos niños que me han destrozado el cuerpo. Te he dado mi vida. Y tú has elegido a otra. Porque es más fácil olvidarse de todo empezando de cero. Cuando ya te has cansado de la vida adulta has decidido dar carpetazo y empezar una nueva vida como si trata...

Te felicito y te doy mi más sincera enhorabuena. Te llevas a una persona encantadora. Como él no hay nadie y sé que en esta vida no nos volveremos a encontrar con alguien así. Te llevas una persona que te va a llenar de detalles, con la que puedes hablar de todo y de nada a la vez, una persona con la que puedes ver pasar el mundo, como dicen las canciones. Te va a colmar de caricias y besos, de reírte hasta que te duelan las mejillas. Te abrazará por la cintura con tanta calidez que te derretirás. Se quedará con tus gustos y aficiones, y te motivará a realizarlas. Una persona con la que es muy fácil hacer planes. Con él cada viaje es distinto y especial. Se lo currará mucho para visitar sitios inolvidables, y llenarte de recuerdos estupendos. Además cocina bien, aunque él diga lo contrario. Aprenderás recetas nuevas, y los aperitivos en la cocina serán una dulce rutina. Tan sólo espero que le cuides tan bien y que le hagas tan feliz como se merece, como no he sabido hacerlo yo.   ...

  Dicen que los duelos tienen varias fases. Dices que mi duelo va muy deprisa. Digo que es necesario. Los recuerdos me persiguen, me aturullan la cabeza, me asaltan en el momento más inoportuno. Y yo solo puedo llorarte. No he podido odiarte más allá de dos días, a pesar de la mentira, a pesar de esta desconfianza que me has dejado como guinda del pastel. A pesar de todo lo que te he querido. Yo solo quiero olvidar. Olvidar para que los recuerdos no vuelvan. Olvidar para poder seguir viviendo. Para poder aprender a vivir sin ti. Y esto me pilla a contra pié, perdida en mitad de la nada, ya sin tu mano con la que yo contaba, a la que yo me aferré estos últimos años. Sin ver que tú la querías soltar. Sin ver que ya no me necesitabas como yo a ti, sin ver que tú ya no estabas ahí, que no me querías. Tengo un pasado que duele recordar. Tengo un presente en ruinas. Tengo un futuro que no veo con tanta niebla. Estoy obligada a seguir adelante. Duermo por obligación, como por obligación, ...

¿Cómo me has podido hacer esto? Desde el principio sabías que yo me apartaría si había otra, y optaste por hacerme daño, darme planes, futuro, esperanzas, romperlas, mentirme, engañarme. Confié en ti, sabiendo mi pasado, conociendo cosas que nadie más sabía, y a pesar de mi reticencia me hiciste creer en ti. Convertimos la casa en un hogar, y tus brazos en mi refugio. "A las duras y a las maduras". No sé cuántas mentiras me has hecho creer, ahora todo parece un juego al que te has cansado de jugar. Yo solo quería hacerte feliz, y tú elegiste esconderte, callarte, cerrarte. Perdona si quise facilitarte la vida, perdona si ahora mi mundo está en ruinas y te salpican las piedras que siguen cayendo de la familia que construimos. Perdona si a ratos me vuelvo una víbora. Perdóname por preocuparme por ti aún cuando ya no éramos nada. Perdona que siga haciéndolo.

Siempre igual, sale el sol el día que os vais. Y lo detesto, y me da rabia, porque el tiempo debería acompañar este dolor, estos truenos y relámpagos que siento en mi interior, esta nube que me pesa en el corazón. Te has ido y el mundo se ha vuelto más hostil, más apagado, más cruel, más gris. Pocos entienden este dolor que no me dejar ni respirar. Estoy furiosa por tener que retener dentro todo lo que siento. La ira que me cubre porque todo sigue como si nada, tú ya no estás y la vida sigue, y yo necesito que pare, que me deje respirar un momento para no romperme en el sitio menos adecuado. Cierro los ojos y te veo feliz, jugando, así es como te recordaré siempre. Porque el que se quedó en aquella camilla ya no eras tú. No habrá otro ser que llegue a tu altura. Eras único, amable, y derrochabas energía y felicidad a partes iguales. Este vacío que nos dejas nunca se va a llenar.